De: Pablo Sánchez Herrero
He disfrutado
con el hilo musical y las revistas
la temperatura es ideal sin la chaqueta
y la butaca, oh, la butaca.
Podría pasar años en sus brazos.
Por esto mismo no quiero levantarme
ni oír mi nombre salir de tu garganta;
puedo mentir y jurar que no me duele nada
sino mi nombre y el motivo maldito
de este encuentro equivocado.
Así que voy a seguir como si nada
hundido, escondido tras el Pronto
esperando que dejes de mirarme
y dejes de preguntarte cual
es la razón por la que no he subido
a tu fantástico potro de tortura.
Antes todo el ridículo del mundo
que acompañarte hasta las garras
de ese monstruo.
Poema para la enfermera del dentista
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1 comentario:
interesante espacio
saludos cordiales
desde Chile
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