Poema para un inmigrante

De: David Vegue

Los egipcios encontraron el alma
en el corazón.
Siglos después
los científicos encontraron el alma
en el cerebro.

No hay duda. Estamos
ante un claro ejemplo de animal migratorio.

1 comentario:

Roser Chillón dijo...

que gran reflexión
saludos, me encanta el blog